martes, julio 12, 2005

El Hombre fue inventando los instrumentos uno tras otro.

¡El hombre fue inventando los instrumentos uno tras otro. Pero ya desde la prehistoria el hombre era un instrumento para el hombre!. S. J. Lec pensamientos despeinados, edit. peninsula Barcelona.
Este concepto poderoso expresado en forma de aforismo, por este potente pensador nacido en Lwòw, Varsovia en 1909 - 1966, nos da un ángulo de pensamiento y análisis sobre temas de nuestras relaciones humanas, que rara vez nos detenemos a considerar.
La importancia de desarrollar unas buenas relaciones humanas, así como la de gestar una fuerte cadena de simpatías con nuestros semejantes, representa la verdadera valía en muchas de nuestras relaciones de influencia relativas a los diferentes roles que jugamos en nuestra vida moderna.
Es impresionante considerar cuánto de nuestro desarrollo profesional, cultural, social y hasta familiar depende de la calidad de nuestras relaciones y contactos humanos. La vida moderna caracterizada por la competencia bajo las leyes de la oferta y la demanda, hacen influir una barbaridad el peso específico la calidad y naturaleza de nuestras relaciones de aceptación que los demas nos atribuyan para sostenernos en la escala en que nos estémos midiendo o relacionando.
En consecuencia, a menos que queramos seguir en el ostracismo o en la vida ascética o contemplativa, hemos de fijarnos en el efecto que nuestras relaciones y su calidad nos permiten u obstaculizan el logro razonable o éxitoso de nuestras empresas personales o profesionales.
Quisiera detenerme un poco para considerar que aquí no se trata de confundir estas consideraciones con aquellas clásicas actitudes de servilismo, hipocresía o "diplomacia en un sentido peyorativo", pues el arte de ganar amigos como lo citaba Dale Carnegie, filósofo y hombre de negocios estadounidense, no tienen en realidad nada que ver con asuntos vulgares o menores de falta de tacto o de ganar ventaja sin correspondencia y responsabilidad.
La calidad de las relaciones humanas a las que nos estamos refiriendo son a las relativas a una corresponsabilidad de intenciones de apoyo, servicio y promoción humana, dónde los hombre servimos a los hombres como el instrumento más eficaz y potente para el logro de nuestros objetivos personales o profesionales.
No se trata de sólo pedir y recibir sin esforzarnos en el ¿cómo pedir?, ¿para qué pedir?, ¿a quién pedir?, ¿en cuál momento hacerlo?, ¿con que estrategia e intención, clara, transparente?, y con ¿qué intercambio de valores para beneficio mutuo?.
Pongamos por caso cuándo solicitamos un prestamo de dinero........¿le hacemos la petición a cualquiera?, ¿en cualquier momento?, ¿de una forma brusca y altanera?, sin que quede claro ¿cuándo pagarémos?, sin preestablecer con ¿cuáles garantías contamos para ofrecerlas?, ¿sin hacerlo aportando reciprocidad y solidaridad?, colaboración, beneficio o ¿ayuda futura?....¿Verdad que no lo hacemos así como así?. Pues entonces, con ello transportémos e imaginemos qué para todo intercambio humano requerimos tener presente algunas de estas cuestiones y quizás mejoraremos nuestros resultados obtenidos hasta ahora, utilizando más concientemente otros métodos más cuidadosos o atendidos con mayor negociabilidad.
Hace tiempo me impactó la siguiente expresión que escuché en alguna reunión de negocios, "Nadie obtiene lo que se merece, obtiene lo que negocia", cuánta verdad encierra esta expresión poderosa y contundente; por ello es imperativo mejorar el concepto de comprensión sobre el verdadero valor de nuestras relaciones humanas personales, y analizar las formas en que hemos venido actuando para apoyar nuestros logros o deseos personales o profesionales.
De ahí que éste concepto poderoso de S. J. Lec, me haya inspirado para compartirlo con ustedes, pues encierra una tremenda fuerza para la convivencia éxistosa y destacar lo que una buena comprensión de su influencia, contribuye a despertar o ganar la simpatía de los demas en favor de nuestras causas.
El estilo, educación, respeto, consideración, diplomacia, promoción ayuda sincera, representan las verdaderas armas para mejorar nuestras relaciones humanas, sin olvidar aportar lo que tenemos y lo que somos para beneficio mutuo, así seremos distinguidos con la aprobación y apoyo en muchas de las situaciones que nuestra vida moderna nos expone.
Bueno sin abusar de su atención, quisiera pedirles su colaboración y escuchar sus opiniones sobre este tema de reflexión y al mismo tiempo práctico, mientras saboreámos una taza de café, áromatico y delicado de altura, pues ésta vez conseguí para compartir con ustedes la mejor clase de granos de café tostado colombiano. Saludos cordiales de el profe



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