- A un enemigo que sólo desea verte muerto;
- a un envidioso que no te quiere próspero y feliz;
- a un hipócrita taimado y zaino;
- a un cobarde que te abandona cuando más lo necesitas;
- a un avaro que jamás acudirá a socorrerte en tus horas de angustía;
- a un ignorante que sólo servirá para perderte;
- y a un egoista que no quiere más que su propio bien.
José E. Guraieb; "Pepitas de oro", edit. Kier
No sólo es difícil decidirse a pedir ayuda o consejo, además se tiene que tener el buen juicio de saber identificar a quién pedirselo; esto por supuesto no debe extinguirnos la conducta imprudente de decidir todas las cosas solos, eso sería un grave error, especialmente cuando se trata de algo muy importante para nosotros; sin embargo se requiere tener en cuenta este Concepto poderoso, tambien extraído de la sabiduría milenaría árabe.
Imaginate lo importante que es tener la oportunidad de dicernir primero no ir corriendo y pedirle consejo al primero que se nos ocurre, sin tener en cuenta el papel que éste está desempeñando en nuestra vida, laboral, amistosa, en el deporte, en la familia y hasta en los asuntos del corazón, o quiza en los del alma.
Es tan importante saber a quien pedir consejo, como hacerlo con mesura y pleno conocimiento de aquellos a quienes consultamos, porque las consecuencias de depositar cierta información en manos o bocas poco confiables, nos puede traer sorpresas desagradables. Por eso existen profesionales y gente muy bien preparada para ello ( Por ejemplo: Los de Buenos consejos, bloggers bien capacitados, en el directorio Blogsmexico, aparecen)
Reaccionar de inmediato y correr a pedir consejo sin meditar los roles e intereses en los asuntos intimos, puede ser equivalente de esa acción irreflexiva de empesar hablar como locomotora y despues pensar qué estámos diciendo, es decir hay quienes hablan para pensar en ves de pensar para hablar.
Para empezar ¿sabemos clasificar por experiencias anteriores, quién es quién al rededor de nuestra vida?, o vamos por ahí en el intento y error, conviviendo y compartiendo sin ton ni son?, repartiendo nuestra historia y sufrimientos, anhelos y planes con cualquiera???
Vamos, tampoco se trata de ser paranóicos y de hoy en adelante desconfiar de todos, recordemos que siempre hay quien nos quiere de verdad en las buenas y en las malas y que sabemos quién es a la hora de la verdad, por ejemplo nuestros padres, hermanos, amigos de toda la vida, mentores y guías desinteresados, e incluso terapeutas profesionales y éticos, donde sea terreno probado y amigo.
En fin tu sabes mejor que yo, cómo sacarle provecho a este poderoso concepto, que he escogido para cerrar la semana, adelante toma tu taza de café y dime sí ya sabes quienes son los que te rodean para buscar tu bien y tu crecimiento a la buena o intentar identificar a otros como nocivos e inconvenientes. Hasta la próxima entrega te saluda.
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