En este mundo global y competitivo, las frustraciones y las carreras meteóricas están de moda; lo mismo vemos profesionales en ascenso que genios en desgracia.
Mis años de funcionario corporativo(32), y los que llevo de consultor que ya rebasan una decada, me han enseñado muchas reglas y conceptos poderosos en los negocios, uno sobresaliente por valioso y mal entendido al mismo tiempo es este que acabamos de citar:
"Aquel que no apoya a su jefe no asciende", expresado por ese guru de los negocios de origen Austro-Hungaro, avecindado y venerado en los E.U., con más de 29 libros que a vendido millones de copias en varios idiomas, revela con exraordinaria sencillez esta máxima.
Muchos se preguntan porque no ascienden con la misma facilidad o velocidad de otros, a pesar de tener iguales calificaciones o experiencia y no me refiero a aquellas situaciones injustas o extraordinarias que suelen suceder en los ámbientes de trabajo, si no más bien me refiero a ese enfoque mal entendido de no obedecer o apoyar a un jefe en el trabajo cotidiano, basado en reglas de subordinación y dependencia contractual y dentro de una organización formalmente constituida.
Esa idea de que yo no soy sumiso, mandilón, dejado, lambiscon, o cómo se diga en cualquier país, o la actitud de rebeldía y oposición a las ideas e instrucciones dadas por un jefe en su soberana y legal función aceptada y reconocida en una organización, suelen ser las causas más frecuentes de límitar los ascensos o por lo menos de no favorecerlos.
Reconocer que me pagan y yo acepté colaborar en una empresa dentro de póliticas claras y una organización humana establecida, no paga buenos dividendos desarrollar mi propio camino y no colaborar directamente con el equipo y las instrucciones de mi jefe.
Tal vez me vuelva o sea muy popular y hasta respetado por sus compañeros, pero en la empresa no asciende, y ademas que difícil es que estas personas cambien de actitud, se pasan la vida criticando y sabotendo las situaciones, sin darse cuenta que lo único efectivo que sabotean es su propia carrera.
Se olvidan que en los negocios y en las relaciones humanas, uno no obtiene lo que cree merecer, sino lo que negocia y obtiene en apego a las póliticas de los que nos contratan.
Por supuesto que existen jefes innapoyables e irracionales a morir, pero de ello hablaremos despues, existen otros caminos para superar esos obstaculos, y caminos institucionales para reportarlo sin muchas consecuencias.
Este concepto poderoso y otros, habremos de ir tocando en nuestras charlas de café, por aqui los espero con sus experiencias y opiniones que son lo que en realidad cuentan, feliz fin de semana.
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