domingo, septiembre 17, 2006

El poder de la oración es universal........paradojas del profe


Con independencia de credos y religiones, la oración tiene un gran poder, a veces inmenso para ser más preciso y trasciende las distancias, las culturas, las edades, los tiempos, los sexos, géneros y desde luego las posiciones económicas.

Existen innumerables ejemplos de los beneficios de la oración en cualquiera de las manifestaciones religiosas que nos rodean.

Incluso los psicologos y terapeutas de varias corrientes cada día ofrecen más pruebas de las bondades que al orar las personas de todas las condiciones reciben, especialmente en situaciones donde otras terapias y métodos han demostrado poca efectividad; tal es el caso por ejemplo, de los sindrónes bipolares donde alcanza niveles de bienestar entre los pacientes en períodos más prolongados, incluso comparados con tratamientos usando fármacos espécíficos.

El estado de concentración que supone el orar, la intencidad del sentiniento y las condiciones particulares que exigen los credos religiosos, provocan estados incluso de éxtasis en casos muy señalados de místicos famosos que han logrado la conexión con lo "Divino" o la experiencia mílagrosa derivada de la divinidad a la que se enfoca el rezo.

Tal es el caso de Santa Teresa de de Avila, maestra de espiritualidad, famosa mística benerada en la religión católica.

Sin embargo existen tambien notables ejemplo en todas las religiones y la práctica de la oración, aunque en cierta forma no existen estadisticas confiables, se supone una práctica en desuso al menos entre las personas jovenes en casi todas las grandes ciudades del mundo.

Por otra parte, la capacidad de lograr el puente de unión entre los dogmas y las tradiciones, a veces requiere de ciertos instrumentos poderosos en las distintas religiones para conectar con los misterios de la fé. Se utilizan oraciones y mantras u otras fórmulas y ritos conservados por milenios, que han trascendido a nuestro tiempo, demostrando su fuerza universal y su poder salvífico derivado de sus oraciones poderosas.

Tal es el caso de los rodillos usados en el budismo tibetano, o el Rosario, católico y desde luego la existencia maravillosa de los libros sagrados de cada religión; apoyados por miles de imágenes y objetos tambien sagrados que permiten invocar a los dioses o al diós supremo de cada religión o creencia.

Incluso existen ciertos lugares que se han sacralizado en todo el mundo, sin embargo la oración no requiere de lugares en todas ellas y se práctica en los sitios más bellos o intimos, al aire libre o en templos cerrados, pero en todas estas manifestaciones, lo importante es la actitud en la oración, el fervor, la humildad de la persona, la intención, lo sublime de sus actos, incluso la limpieza y honestidad del pensamiento del que ora, en una palabra la Fé.

Para orar no existe horas especiales y puede haberlas, para acercarse a Díos como cada quien lo conciba no se requiere de otra disposición más que de la que sale del corazón y sin mediar nada que nos sea la condición mental de lograr una experiencia mística en todo lo que se reza.

Escuchaba a una Madre de familia muy sabia que le decía a uno de sus hijos que se mostraba muy atribulado, no desesperes, ora y pidelé a Díos que te ilumine, deja tu mente y tu razón a un lado y tambien deja un lugar para lo inesperado.

Eso conecta con otra expresión que recogí de una definición de "Milagro", que es una coincidencia o experiencia asombrosa e inexplicable, donde Díos ha decidido quedar anónimo.

Vaya un grupo de conceptos poderosos, los que surgen conforme uno trata y desarrolla el tema de la oración.

"Me gustaría asistir a algun "Taller de Oración", donde sin importar la religión o condición de cada quien, los distintos expositores pluralmente nos indicaran los secretos olvidados de la oración.

No tengo idea de si esto ya ocurra en algun lugar del mundo pero me parece que daría un gran resultado, procurar que tantas personas como el que les escribe, que hemos venido rezado en algun momento y que hemos encontrado maravillas en el desarrollo de una vida interior y en el contacto creciente con la espiritualidad humana, pudíeramos desarrollar más "caminos o rutas para alcanzar a través del poder de la oración", una forma cada día más sobrenatural de enfrentar las cargas diarias de nuestra condición de personas.

Se me viene a la mente aquellas expresión que dice algo así" Nosotros no somos seres humanos que tenemos experiencias espirituales, somos espiritus que tenemos experiencias humanas" Theilard de Chardain...religioso frances...

Bueno yo soy el menos capaz para desarrollar este tema, sin embargo he querido sugerir que no olvidemos en nuestro diario vivir que algunas cosas se logran en sentido figurado, "sólo de rodillas" y desde luego contando con el inmenso poder de la oración.

Tal vez nuestra vida cambien y nos sucedan cosas milagrosas al practicar a diario algún rato de oración y meditación, que dicho sea de paso, ademas de servirnos a nosotros mismos, creo firmemente que le podemos ayudar a muchas otras personas, pues la "Buena Vibra" no tiene límites ni fronteras, pues lo escencial es invisible a los ojos cómunes, se requiere identificar esa esencia de las cosas, con los ojos del alma.

Desde luego ustedes disculparan que yo trate estos temas, sin importar la naturaleza de sus creencias o sin ellas, pero me parece que una oración sentida y sincera nos debe hacer bien en cualquier momento, aunque sea para agradecer el estar vivos y poder sentir la cercanía de todas las personas que nos hacen que la vida valga la pena.

Por favor, no dejen de hacerme saber su punto de vista, que para mi es el que vale, los saluda el profe que siempre reza por todos los blogueros del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saludos desde Chile.

Haz hecho una interesante y a mi parecer muy certera exposición. El poder de la fe es inconmensurable.

Luego de vagabundear por la vida sin fe, he aprendido que es el tesoro mas maravilloso y además aprendí que jamás se debe menospreciar el poder de la oración.

Muchos saludos y espero leer mas de ti.

Atentamente.


Vinicio.