Este concepto poderoso de la sabidurìa popular, representa una pieza mágistral al dar en el centro y raíz de muchos de los problemas actitudinales de nuestros tiempo, en relación a las espectativas desmesuradas que de repente tenemos sobre lo que debería ser nuestro medio ambiente.
En lugar de empesinarnos en hacer que la gente cambie en favor de lo que nosotros queremos, o quizas desgastarnos en pedirles que se fijen o entiendan en muchos ángulos de la vida que nos parece que la harían más tolerable, sosteniendo posiciones agrestes, de franca oposiciòn y sobre todo, radicales, sin embargo lo único que desencadenan son la animadversión de los que intentamos que remen en la direccíon que nos gustaría.
Cuántas voluntades se han desgastado, pretendiendo un poco más de comprensión, sobre lo importante de mantener una posición ferrea sobre temas que a los demas no les interesa, por ejemplo, cómo hacer para que tengamos mejores reglas de urbanidad en las calles; o còmo nos gustarìa que la gente sonriera un poco en situaciones diarías, o porqué no pedir que se molesten en tirar la basura en lugares que no dañen nuestro medio ambiente?
La invitación a ser más tolerante no debe entenderse como la renuncia, a que vivamos en mejores términos con los demás, sin embargo, algunas cosas quízas no tienen demasiado caso intentarlas con quiénes no van a cambiar ni un ápice, y no tanto porque no quieran, lo peor es que ni siquiera son sensiblesa ciertos temas, no los perciben igual que nosotros, y nosotros a decir verdad tampoco los vemos como ellos.
"Hay quién oye otros tambores", no capta, no percibe igual, así pues que no sería mejor "Comprarnos tenis en lugar de mandar alfombrar el Mundo" (???)
Bueno eso es lo que me parece a mi, pero lo único interesante es lo que te parezca a tí, que estas en esta mesa de café de amigos y que puedes compartir lo que tu quieras, siempre es bienvenida tu colaboración, muchos saludos de:
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