"Aunque parezcan esternos
sí sobrevivo,
a estos días amargos,
reíran al fin,
el mundo y mis recuerdos"
Kiyosuke ( Monje budista)
Esta máxima de la sabiduría japonesa, me ha ayudado en más de una ocasión amarga, para alentarme a sobrevivir y más específicamente a resistir con valor a esos días que más me valiera que no hubiéran existido.
Ese raro estoísismo, equilibrio de ánimo, a pesar de reveses desalentadores, demuestran una fuerte tendencia a mantener la calma en momentos difíciles, es una rara cualidad de algunas razas, a las que desde luego yo no pertenezco.
La invitación interna que se hace este monje, es una invitación a que mantengamos la calma y nos digamos serenamente, todo se pasa, cómo diría en sus letrillas Santa Teresa de Ávila:
Que nada te turbe;
Que nada te asuste;
Todo se pasa;
Solo Díos nos se muda;
La paciencia todo lo alcanza;
Quién a Díos tiene;
Nada le falta;
Sólo Díos basta.
No en balde ella fué conocida como Maestra de la Espiritualidad.
Que poderosos conceptos nos deján para reflexión, para estimular nuestra serenidad y valor, para vencer los miedos y fantasmas de nuestro tiempo, y en partícular revisar nuestra actitud ante ellos.
Cuantas veces nos ha pasado que hemos sufrido lo indecible y al final no ha sido tan grave las cosas, es decir hemos sufrido más de la cuenta, la falta de aplomo, la paciencia y dejar que pase un poco el tiempo para serenarnos, puede obrar un milagro.
En cambio la desesperación, la estridencia en los sentidos, el escape, la salida fácil y el evitar un dolor pequeño, nos hacen atrevesar por dolores mayores, ¿no crees tu? que de repente así nos pasa.
Pues bien es un buen motivo de lunes iniciar la semana con estas reflexiones, vamos! es lunes y todavía falta para el viernes, a resistir con serenidad, buena semana les desea:
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